Mitos del veganismo: ¿Los perros pueden ser veganos?
Numerosos son los mitos que giran en torno al veganismo. Pero hay uno en especial que se repite como un mantra en los últimos años: los perros no pueden ser veganos. ¿Es eso cierto?
Con el aumento del veganismo, son muchas las personas que además de cuestionarse su dieta reflexionan sobre la de los animales que viven con ellos: quieren alimentarlos con algo mejor, tanto por calidad como por cuestiones éticas, que con las sobras de otros animales. Pero se encuentran con un tema que genera mucha controversia y en muchos casos con una falta de respaldo veterinario.
Se cree comúnmente que los perros son carnívoros porque pertenecen al orden Carnivora, en el que también están incluidos los osos panda que comen principalmente hojas de bambú. Pero si se analiza la anatomía, el comportamiento y las preferencias alimentarias se muestra que en realidad los perros son omnívoros y que, por tanto, pueden sobrevivir y vivir bien con una dieta vegana o vegetariana bien planificada. De hecho, algunos veterinarios ya las prescriben a perros con problemas de salud.
“Como veterinario con un interés particular en los problemas de salud y nutrición que rodean las dietas veganas de animales de compañía, he buscado en la literatura científica estudios que describen sus efectos adversos. Curiosamente, tal vez, dada la fuerza de la "sabiduría urbana" sobre este tema, he luchado por encontrar cualquier evidencia científica que demuestre que los gatos y perros alimentados con dietas veganas nutritivas y bien planificadas son menos saludables de lo normal. Sin embargo, solo he encontrado otro tipo de evidencias. He localizado accidentalmente más de diez estudios publicados que documentan ingredientes peligrosos en dietas comerciales a base de carne, o efectos adversos para la salud en perros y gatos que se alimentan de ellos”, expone Andrew Knight, veterinario y profesor de Bienestar y Ética Animal en la Universidad de Winchester, en un artículo publicado en The Vegan Society.
“Debido a que los perros descienden de omnívoros, no son consumidores de carne estrictos. Son notablemente adaptables a una amplia gama de ingredientes, texturas y formas. Aunque muchos perros pueden preferir proteínas de origen animal, también pueden prosperar con una dieta vegetariana. Independientemente de si la proteína es de origen vegetal o animal, los perros adultos normales deben obtener al menos el 10% de su aporte calórico diario de proteínas. Los perros más mayores requieren más proteínas para mantener sus reservas, tal vez un 50% más”, afirma el National Research Council of the National Academies de los Estados Unidos en Nutrient Requirements of Dogs and Cats.
Cada perro es único, así que los requerimientos nutricionales -desde aminoácidos a proteínas, ácidos grasos, carbohidratos, vitaminas, minerales y agua- dependerán de su tamaño, su raza y su etapa de vida. entre otros factores.
“Aunque se debe prestar especial atención para garantizar niveles adecuados de ciertos nutrientes como proteínas, aminoácidos (por ejemplo, taurina, carnitina, metionina, lisina y triptófano), vitaminas (vitaminas A, B3, B9 y B12), minerales (calcio, hierro, zinc y cobre) y ciertas grasas es importante recordar que los perros, los gatos, y de hecho todas las especies, requieren nutrientes específicos, en lugar de ingredientes específicos. No existe, al menos en teoría, ninguna razón por la que las dietas compuestas enteramente de plantas, minerales e ingredientes sintéticos (es decir, dietas veganas) no puedan satisfacer la palatabilidad, la biodisponibilidad y los requisitos nutricionales necesarios de gatos y perros. De hecho, un número creciente de dietas disponibles comercialmente tienen como objetivo hacerlo”, publican los profesores de la Universidad de Winchester, Andrew Knight y Madelaine Leitsberger, en el estudio Vegetarian versus Meat-Based Diets for Companion Animals (Dietas vegetarianas versus dietas a base de carne para animales de compañía).
La dieta vegana puede favorecer en algunos animales la formación de cálculos, obstrucciones e infecciones urinarias como consecuencia de la alcalinización del pH de la sangre. Por tanto, se recomienda que se controle el pH de la orina periódicamente - se puede hacer con tiras reactivas de pH- y corregir la alcalinización mediante los aditivos dietéticos adecuados si fuera necesario.
Otro consejo es que la transición de un tipo de dieta a otro se haga de forma muy progresiva. “Numerosos casos indican que la transición de animales a dietas veganas saludables puede resultar en un aumento de la salud y vitalidad en general, disminución de la incidencia de cáncer, infecciones, hipotiroidismo, ectoparásitos (pulgas, garrapatas, piojos y ácaros), mejora del pelaje, control de alergias, control de peso, disminución de la artritis, regresión de la diabetes e incluso resolución de catarata”, afirma Knight.
Actualmente, las opciones de alimentos libres de origen animal para perros aumentan en el mercado a medida que crece el número de familias veganas.
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