Qué dice realmente el último estudio sobre piensos veganos
Recientemente se publicó el estudio más amplio sobre dietas veganas en perros. No ha pasado desapercibido. Artículos en medios generalistas, cuentas en redes sociales difundiendo su existencia y, como no, reaccionarios acusando de “maltrato animal”. Hagamos un repaso de lo que verdaderamente dice el estudio.
Quiero empezar por las limitaciones. Aunque normalmente se dejan para el final si las tenemos claras desde el principio seguro que entendemos mejor el estudio. Primero de todo, esto no es un ensayo clínico, es un estudio de epidemiología. ¿Esto qué significa? En epidemiología se recogen datos de personas o perros en su día a día, sin hacer ningún cambio. Esto nos da información del estado actual dentro de un mundo complejo y sin tener todo bajo control. Hay científicos que menosprecian la epidemiología. Más allá de su importancia en los últimos años, la vida no es como un laboratorio, no podemos tener un control exacto de todas las variables. Por eso la epidemiología es tan importante. Dentro de un mundo tan complejo encuentra los puntos claves fuera de “lo normal”.
¿Concretamente cuáles son los datos de este estudio? A través de una encuesta por internet recogieron información sobre la salud de 2.639 perros y su alimentación. Trabajar con encuestas siempre es un riesgo. Deben diseñarse correctamente para evitar todo lo posible estar sesgadas (figura 1). Tras varias pruebas lanzaron la encuesta final con dos puntos claves. Se preguntaba antes por la salud que por la alimentación. Al no saber sobre qué es el estudio se reducen los sesgos inconscientes. El segundo punto fue dar la oportunidad de estar en desacuerdo con sus veterinarios. Se separó en dos preguntas qué indicaciones les habían dado en las últimas consultas al veterinario y qué valoración tenían los propios cuidadores. Dar un espacio a la opinión personal ayuda a que esta no se cuele tanto en preguntas objetivas. Personalmente este diseño me parece adecuado y la verdad es que coincide con la estructura que se suele hacer al preguntar a los padres por la salud de sus hijos.
Figura 1. Diseño de la encuesta
Consiguieron información de 1370 perros con una dieta convencional, 830 que se alimentaban con carne cruda y 336 perros con una alimentación vegana (figura 2). Sí, se pueden sacar conclusiones, aunque los números sean tan diferentes. Lo importante es que haya suficientes perros en cada grupo. De hecho, no incluyeron perros alimentados con piensos de insectos, de carne celular o vegetarianos justo porque no llegaban al mínimo. Este estudio es tan importante porque por primera vez tenemos más de 30 perros comiendo vegano.
Figura 2. Grupos estudiados
No separaron a los perros por raza para mantener estos grupos grandes y sacar conclusiones generales. Analizaron si la edad y la esterilización podían estar afectando a los datos. En el grupo de carne cruda mostró los perros eran sustancialmente más jóvenes y había un menor porcentaje de esterilización. A su vez en el grupo vegano había más porcentaje de perros ancianos y la mayoría estaban esterilizados. No es muy sorprendente. En general esperamos que la población vegana esté más concienciada contra el abandono.
Para valorar el estado de salud se preguntó:
- Número de visitas al veterinario en el último año.
- Si tomaban alguna medicación.
- Si habían tenido que cambiar a una dieta terapéutica.
- Valoración de las indicaciones del veterinario.
- Valoración propia del cuidador.
- Presencia de 22 enfermedades específicas diagnosticadas por profesionales.
Figura 3. Visitas al veterinario
De base una visita al año se considera la revisión rutinaria. Solamente el grupo con dieta convencional mostró una mayor tendencia estadística a necesitar más de 1 visita. (figura 3). Otro punto curioso es que los perros con dieta cruda tenían una probabilidad significativamente más alta de no haber ido al veterinario en el último año. Esto concuerda con estudios en los que quienes escogen esta alimentación muestran reticencias de acudir al veterinario (1). Para el resto de las cuestiones de salud se incluyeron en el análisis solo aquellos perros que habían recibido atención veterinaria.
Figura 4. Valoración de las indicaciones veterinarias.
El análisis de las valoraciones veterinarias mostró a los perros con dieta vegana con una valoración significativamente superior a las dietas convencionales, pero no se encontraron diferencias entre la dieta cruda respecto a la convencional o a la vegana (figura 4). Quiero recodar que en estadística “significativo” quiere decir que lo que observamos no depende del azar. En otras palabras, como hay tanta variedad dentro del grupo de carne cruda no se encuentra suficiente diferencia ni con el grupo convencional ni con el grupo vegano. Respecto a la medicación sí que se vio que tanto en el grupo de carne cruda como de dieta vegana tomaban significativamente menos medicación (figura 5).
Figura 5. Medicación.
Por último, analizaron las 22 enfermedades específicas. La probabilidad de tener alguna de estas enfermedades era significativamente menor entre los perros de dieta cruda y vegana en comparación con los perros de dieta convencional. También analizaron cada enfermedad por separado. Los perros con dieta vegana mostraron menos riesgo de problemas intestinales, músculo-esqueléticos, de oído, de glándula anal, de peso, de vista, de comportamiento y de epilepsia. Sin embargo, el riesgo de parásitos internos era más alto. En este punto del análisis el grupo de perros había quedado muy reducido. En otras palabras, esta parte del estudio está pensada para explorar posibles enfermedades concretas que merece la pena estudiar más a fondo. La dieta vegana parece ayudar con los problemas intestinales, podremos concluirlo definitivamente con futuros estudios. También llama la atención como en el grupo vegano a pesar de haber más perros esterilizados hay menos incidencia de obesidad. Otro punto que merece la pena estudiar más en detalle.
Llegamos a las conclusiones. “Un estudio demuestra que las dietas veganas son la mejor opción para los perros”. Entiendo que estos titulares molesten. Quedan demasiado simplistas. La conclusión principal del estudio es que los perros con dieta vegana tienen una probabilidad menor de enfermar que los perros con dietas tradicionales. Menos llamativo, pero una estupenda noticia para quienes preferimos esta alimentación.
Sobre la alimentación con carne cruda se hacen dos aclaraciones. Las diferencias en edad eran tan grandes en comparación al grupo vegano que no se pueden sacar conclusiones claras al comparar estos 2 grupos. Además, debido al alto riesgo de que la alimentación de carne cruda cause epidemias zooníticas (2, 3, 4, 5, 6, 7) tanto en perros como en humanos no se recomienda esta alimentación por motivos de seguridad.
Ya no como científica, sino como cuidadora de un perro que se alimenta con el pienso NeoNatural Vegan Daily lo que me aportan estudios como este es confianza. Quiero aclarar que el estudio no está patrocinado por ninguna marca. La financiación viene de una ONG que, efectivamente, quiere ayudar a los animales “de granja” y para ello necesitamos saber si los piensos veganos son adecuados para nuestros perros. Queremos que nuestros perros estén sanos y a la vez minimizar el daño sobre el resto de los animales y el planeta. Entre 2 opciones igual de buenas para la salud de Gus sin duda escogeré aquella que además aporte esos beneficios secundarios. La mayoría de las instituciones veterinarias ya avalan la alimentación vegana en perros siempre que sea un pienso adecuadamente formulado. Con estudios como este será más fácil que cada vez más veterinarios se actualicen y empiecen a ver los piensos veganos como lo que son: una opción más para cuidar de nuestros perros.
Autora: Bárbara Pilar González
Referencias
Estudio principal: Knight A, Huang E, Rai N, Brown H (2022) Vegan versus meat-based dog food: Guardian-reported indicators of health. PLoS ONE 17(4): e0265662. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0265662
1) Morgan SK, Willis S, Shepherd ML. Survey of owner motivations and veterinary input of owners feeding diets containing raw animal products. Peer J. 2017;5: e3031. pmid:28265510
2) Stiver SL, Frazier KS, Mauel MJ, Styer EL. Septicemic salmonellosis in two cats fed a raw-meat diet. Journal of the American Animal Hospital Association. 2003;39(6): 538–542. pmid:14736718
3) Finley R, Ribble C, Aramini J, Vandermeer M, Popa M, Litman M, et al. The risk of salmonellae shedding by dogs fed Salmonella-contaminated commercial raw food diets. The Canadian Veterinary Journal. 2007;48(1): 69–75. pmid:17310625
4) Marks SL, Rankin SC, Byrne BA, Weese JS. Enteropathogenic bacteria in dogs and cats: diagnosis, epidemiology, treatment, and control. Journal of Veterinary Internal Medicine. 2011;25(6): 1195–1208. pmid:22092607
5) Freeman LM, Chandler ML, Hamper BA, Weeth LP. Current knowledge about the risks and benefits of raw meat–based diets for dogs and cats. Journal of the American Veterinary Medical Association. 2013;243(11): 1549–1558. pmid:24261804
6) dos REIS JS, de Oliveira Santos DC, Gomide LB, Ogoshi RC, Pereira LJ, Zangeronimo MG. Human exposure to Salmonella spp from dog food containing raw meat–systematic review. Brazilian Journal of Veterinary Research and Animal Science. 2017;54(4): 306–318.
7) Giacometti F, Magarotto J, Serraino A, Piva S. Highly suspected cases of salmonellosis in two cats fed with a commercial raw meat-based diet: health risks to animals and zoonotic implications. BMC Veterinary Research. 2017;13(1): 1–5. pmid:28049469
8) Davies RH, Lawes JR, Wales AD. Raw diets for dogs and cats: a review, with particular reference to microbiological hazards. Journal of Small Animal Practice. 2019 Jun;60(6): 329–339. pmid:31025713