Gus, cómo es tener un perro con alergias
Mi hermano siempre cuenta que fue Gus quien le escogió. Al pasar por su jaula en la perrera se abalanzaba. Desde que entró en nuestra casa nos seguía a todas partes. Y siempre intentaba chuparnos los tobillos.
A pesar de todo el amor, los primeros meses con Gus en casa fueron muy duros. Conciliación lo llaman. La verdad es que si en España de verdad queremos atajar el problema tan grave de abandono es necesario acabar con la romantización alrededor de los animales. No necesitamos videos cuquis. Necesitamos información realista. Porque la realidad es que cuando trajimos a Gus no sabíamos todo lo que implica tener un perro en la familia. Y cuando los cuidados ya eran rutina… descubrimos que Gus tiene alergias.
Mirando hacia atrás todo tiene mucho más sentido. Todos esos meses de diarrea. Todos los diferentes piensos para cachorros que tuvimos que probar. Todos los dramas porque no quería comer. Solo aceptaba platos con arroz. A veces con pollo. A veces con tofu. Al final encontramos un pienso para cachorros bajo en grasa que solo comía si añadíamos aceite de oliva. Pero claro, Gus no iba a ser un cachorro para siempre.
Cuando llegó el momento mi padre optó por un pienso estándar. A las pocas semanas Neonatural Vegan quiso regalarnos un paquete. La verdad es que alucinamos. No por la existencia de los piensos veganos. Sino porque por primera vez Gus comía un pienso con ganas. Porque mientras la mayoría de las familias vigilan que sus perros no coman demasiado, nosotros nos tenemos asegurar de que coma suficiente. El tiempo que ganamos porque Gus empezó a comer con ánimo gracias a Neonatural Vegan sí que es conciliación. Obviamente también nos informamos sobre la evidencia científica de los piensos veganos para perros.
©Thomas Bedwin | Theveganagency.es
¿Y solo por esto digo que Gus tiene alergia? Aún vamos por la mitad de la historia. Y sí, por aquel entonces yo tenía mis suposiciones. Sobre todo, porque tras 4 meses comiendo Neonatural Vegan le creció pelo en zonas que habíamos asumido que eran calvas naturales. Dicho esto, quería ser objetiva. Sabía que estaba sesgada pues me hacía muy feliz que la salud de Gus no dependiese del sufrimiento de ningún otro animal ni el planeta. Así que nunca dije que Gus tuviese alergias hasta que tuvimos un diagnóstico. Por aquel entonces él tomaba pienso vegano, pero no le dábamos importancia a los premios. Era un perro sano. En apariencia y según los análisis de sangre que tuvo que hacerse antes de esterilizarlo.
El diagnóstico de alergias llegó cuando mi hermano se empeñó en volver a un pienso cárnico. A esto lo llaman crianza. Toda la familia se involucra en los cuidados y decisiones. Podíamos llegar a un compromiso. La alimentación podía ser mixta. Así fue varios meses hasta que nos dimos cuenta de que Gus estaba desarrollando eccemas, uno en concreto muy preocupante. Directa al veterinario. Ahí fue cuando oficialmente empezamos a hablar de alergias. Y a pagarlas. Por favor, adoptemos con amor y responsabilidad. Si no vamos a poder/saber estar ahí si tienen problemas de salud es mejor no tener un perro en la familia. Especialmente un perro de 35 kg. Cuanto más grande el perro, más cuestan las medicinas.
Obviamente además del tratamiento queríamos prevención. Queríamos ir a la causa. Desde el principio nos dejaron claro que las pruebas de la alergia no son nada fiables. No fue una gran sorpresa. Mis profesores de Inmunología siempre dejaron claro que las alergias son aún grandes desconocidas. Por ahora lo más fiable es prueba-error. Así que dimos a la veterinaria toda la información. Le sorprendieron los ingredientes de Neonatural vegan. No tuvo dudas. Nos recomendó seguir una dieta estricta de pienso veggie al menos 3 meses. La sorpresa estaba en la sencillez y lo natural. Porque el mayor problema con las alergias es que legalmente se pueden usar mezclas de productos animales sin decirnos cuales. ¿Así como se puede analizar la alergia? Arroz, guisante, coco, manzana, lenteja… La lista de ingredientes de Neonatural vegan es mucho más clara.
©Thomas Bedwin | Theveganagency.es
Me queda eso sí, una confesión. Le hemos dado premios. Algunas semanas nos hemos confiado. Una en concreto fue muy dura porque tuvo una caída, necesitaba tomar bastantes antiinflamatorios y sin crema de cacahuete era imposible. Por no hablar del verano en el pueblo. Concienciar a la familia de que no debería comer ni pan seco, ni huesos, ni sobras… pues no lo conseguimos. ¿De vuelta a la casilla de salida? No. Primero porque conocemos los síntomas iniciales. En cuanto observamos un mínimo de caspa, las caras de pena para premios dejan de tener efecto. Segundo, porque ya tenemos mucha información. Conocemos un pienso y un tratamiento que han mantenido el eccema bajo control. ¿El problema era la crema de cacahuete o los huesos? Esto es lo que no sabemos.
En conclusión, un perro con alergias requiere atención. Hay que conocerlos. La comunicación interespecie está en los detalles. También requiere de sinceridad. Ocultar información en la consulta veterinaria no tiene ningún sentido. Por eso empezamos mirando a fondo las etiquetas de todo lo que Gus comía. No ser sincera con nuestros errores sí que nos hubiese llevado a la casilla de salida.
¿Tú también convives con un perro alérgico? Y más importante, ¿tú también quieres que Neonatural saque premios/snacks para poder mimarle sin ponerle en riesgo ;) ? Cuéntanos en comentarios.
Un abrazo,
Barbara Gonzalez
Divulgadora científica de sostenibilidad y veganismo