¡Fuera esos kilos de más!
El sobrepeso es algo a tener muy en cuenta, pues pone en riesgo la salud de los animales de compañía. Los animales que tienen kilos de más sufren una mayor fatiga, tienen más dificultad para hacer ejercicio, problemas en las articulaciones y un largo etcétera.
La principal causa de obesidad en perros o gatos es la sobrealimentación, sin duda, aunque hay otros factores que ayudan como el sedentarismo, la esterilización o la predisposición genética.
Una dieta adecuada y unos hábitos saludables nos ayudarán a mantener a nuestro perro o gato en su peso ideal.
Según la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés), entre el 20 y el 40% de los animales de compañía sufren obesidad, lo cual supone que dos de cada tres animales pueden tener kilos que perder.
En el caso de que nuestro perro o gato esté en este grupo de animales, la primera medida que debemos tomar es la de proporcionar una alimentación que les aporte menos energía, pero que incluya todos los nutrientes necesarios para su salud, además de darle la cantidad adecuada para su peso. Los productos Natura diet Light y Natura diet Reduced, por ejemplo, tienen un 10 o un 20% menos de calorías que un alimento de mantenimiento (respectivamente), y están compuestos de ingredientes naturales y de alta calidad, sin conservantes, y preparados en pequeñas cantidades, a diferencia de otros piensos industriales. Además, incluyen en sus raciones una adecuada cantidad de fibra, que ayuda a aumentar la sensación de saciedad.
Debemos intentar evitar también cualquier tipo de golosinas (a no ser que sean específicas para dietas) y comidas entre horas. Es preferible repartir la ración durante el día, y en un horario de alimentación fijo. Y, por supuesto, evitar sobras de comida casera y pedacitos de nuestros alimentos (esto como norma general, pero en un animal que intenta perder peso, es regla obligada).
Por otra parte, es imprescindible dedicar un tiempo al ejercicio físico. Una opción es incluir a nuestra mascota en alguna de nuestras actividades rutinarias, como la salida al supermercado o la búsqueda de los niños al colegio. Las actividades de baja intensidad y larga duración son las más recomendadas, ya que nos aseguran que nuestra mascota empezará a quemar grasas. También resulta interesante acelerar su metabolismo con saltos o carreras, que aceleran el ritmo cardíaco y consumen calorías.
Otro factor a tener en cuenta es que la pérdida de peso tiene que ser gradual y paulatina. Se trata de un proceso largo y hay que tener paciencia, sin forzar a nuestra mascota con ejercicios demasiado intensos o darle menos alimento del que necesita. Lo más aconsejable es que nuestro veterinario realice su seguimiento, incluso para descartar cualquier tipo de anomalía o problema de salud subyacente.
Es importante mantenerle en forma y que pierda esos kilos de más. Es un trabajo constante y a veces duro, pero dará sus frutos en unos meses y, sin duda, alargará su esperanza y calidad de vida.